Bueno, antes de comenzar a contar cualquier historia cotidiana que me suceden con mi hijo, me gustaría contaros como fue mi parto, porque aunque hayan pasado casi 9 meses lo tengo grabado a fuego en mi memoria y creo que jamás podré olvidar ningún sólo detalle de lo que pasó aquel día.
Deciros que fue un parto bastante normal, pero para mi el momento más bonito que he vivido en mi vida y donde realmente te das cuenta lo poderosas que somos las mujeres.
Pues todo empezó un sábado 5 de agosto, que habíamos decidido hacer una barbacoa con unos amigos, yo la verdad que me encontraba bastante bien a pesar de que me pesaba horrores ya la barriga, pero días atrás me estuve pegando caminatas de 2 kilómetros por lo menos a ver si aquello se ponía en marcha ya. Bueno pues mi hijo ni caminatas ni nada, lo que le provoco fue el olor a barbacoa, jajajaja (digno hijo de su padre, que en cuanto sale un rayito de sol ya está haciendo barbacoas). Esa tarde empezaron las contracciones justo cuando se fueron nuestros amigos, eran débiles y no muy dolorosas, empece a contar y cuando creí conveniente como buena novata nos fuimos al hospital, de allí me mandaron a casa como estaba, así que pensé que me lo iba a tomar con más calma, así que era el cumpleaños de un familiar y a otra barbacoa que nos fuimos por la noche. A partir de las 12 de la noche las contracciones volvieron y esta vez bastante más intensas, mi madre que estaba en esos momentos a mi lado me las cronometraba, y cuando salimos de casa de mi prima ya tenia cada 7 minutos aproximadamente, pero decidí que íbamos a pasar la noche en casa, porque para ir al hospital y me mandaran otra vez a casa....en fin. Pues la noche la pasé tranquila, me daban cada 6 o 7 minutos una contracción me levantaba me ponía de cunclillas en el borde de la cama y respiraba y cuando pasaba me volvía a acostar, así me pasé hasta las 7 de la mañana, que empezaron a doler más y le dije a mi marido que nos fuéramos al hospital, pero tranquilamente, me duche se duchó el y ala de camino otra vez al hospital. El matrón que me atendió en el primer tacto me dijo que estaba muy verde y que seguramente me mandaran a casa, yo le miraba con ojos de loca, ¡Como me iba a ir a casa! me dolían ya mogollón, y esperando que me atendiera la ginecologa por suerte se me hizo una fisura en la bolsa, y me dijeron que me quedaba allí, mi cara no podía expresar más alegría, ¡¡¡¡¡YA LLEGABA MI PEKE!!!!! y como se dice en estas ocasiones pronto le vería la carita.
El hospital donde estaba la verdad que tuve una suerte enorme, es de los que respetan el parto y la lactancia, y claro me dijeron que ni oxitocina ni nada, que 12 horas a ver si dilataba. Bueno al principio me lo tomé bastante bien, me parecía estupendo que todo se pusiera en marcha de la forma más natural posible, pero desde las 10 de la mañana que me ingresaron, a las 5 de la tarde estaba ya que me subía por las pareces, controlaba las contracciones con la respiración, pero las últimas ya se me saltaban las lagrimas de dolor, a las 7 de la tarde la matrona que me tocaba se apiado de mi y me dijo que "yo no estaba de parto, pero que quería estarlo" (no lo entendí muy bien en ese momento la verdad) y "te vamos a ayudar", entonces ya me dijo la famosa pregunta ¿QUIERES LA EPIDURAL?, en ese momento vamos daba un brazo por ella. Así que ya todo se puso en marcha, oxitocina, epidural, que fue un autentico suplicio, porque mi matrona era una machota, y me gritaba que me estuviera quieta, yo lo intentaba, lloraba de aguantarme las contracciones, me agarraba con fuerza la cabeza, yo pedía por favor que esa matrona no me sacara a mi hijo por que era más bruta que un arao. De repente llegó la tranquilidad, aquello empezó a funcionar, yo estaba como en una nube y empecé a dilatar ya a una velocidad normal.
El resto chicas lo dejo para el siguiente post que si no este se hace muy largo.

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