viernes, 26 de julio de 2013

Cambio de vida


Todo el mundo te lo dice, te avisa, que tu vida cambiará cuando llegue el bebe, pero hasta que no lo vives en tus propias carnes no lo sabes, no eres consciente de hasta que punto.

Y para nada lo llevo mal, todo lo contrario, yo creo que mi vida ya me aburría por el camino que iba y me apetecía tener un cambio, y tanto como dirían algunos.

En mi caso pocas cosas me pillaron de sorpresa, era consciente de las noches sin dormir que iba a pasar, y que se iban a hacer más duras una vez que me incorporara al curro, de lo duro que era a veces dar el pecho, y mantenerlo durante meses y meses....y bueno una larga lista de cosas que no podría nombrarlas todas porque me eternizaría.

Quizás lo más "duro" es el saber que hagas lo que hagas ya no es para ti solo, que hay alguien que depende de ti para todo, y no te puedes relajar igual que lo hacías antes.

Hace un año o bueno mejor dicho dos, llegaban los viernes y la única preocupación era donde íbamos a ir a cenar, y a tomar copas, o que Peli íbamos a ver esa noche en la tele o en el cine incluso.

Ahora los viernes significan mucho más, son más horas que pasar con el peque, y sinceramente eso me pone más feliz que ir a cenar al mejor restaurante de la sierra, aunque no quita que a veces esas pequeñas cositas que hacías antes las eches de menos, pero sólo de vez en cuando.

También han cambiado mis tardes entre semana, han pasado de machacarme en el Gimnasio, a machacarme con mi hijo, y la verdad que un poco de deporte ahora que ha pasado un año me vendría bien, pero no veo el momento.

El tiempo libre ya no es para mi, es para mi peque, y aunque es estupendo, en ocasiones me pregunto porque no hacía antes más cosas de las que hacía normalmente, cuando no dispones de ese tiempo es cuando te das cuenta de lo que has desperdiciado, pero ese es otro cantar, ahora ya da igual.

Lo de tomarme una coca cola tranquilamente con amigas, se ha convertido en toda una odisea, y eso que todavía no anda, cuando ande iremos de botellón al parque que creo que va a ser lo mejor.

Supongo que todos estos cambios lo que hacen es que cuando tenga una noche libre para quedar con amigas(quiere decir que el señor padre se quede con el enano) lo apreciaré mucho más, que cuando pueda hacer deporte, lo aprovechare mejor, que cuando tenga un rato libre con mi pareja (tirando de abuelos claro), lo disfrutaré también mucho más.

Pero no cambio mi cambio de vida por nada de lo que comentaba, porque creo que también estos cambios me han hecho evolucionar, pasar a otra etapa, y sinceramente la estoy disfrutando mucho, aunque mis rodillas me estén costando (ponerse de cunclillas un buen rato, gatear con tu hijo, arrodillarte 40 veces en 2 horas no está beneficiando mucho a estas pobres articulaciones).

Y ahora que nos vamos de vacaciones, si que me voy a dar cuenta de este cambio de vida. Ya os contaré.

¡FELICES VACACIONES! Nos vemos a la vuelta!!!!!




lunes, 8 de julio de 2013

Primeras vacaciones

Bueno pues ya estamos de vuelta de vacaciones, y esta entrada me esta costando un triunfo escribirla, he estado saturada de trabajo, y sumado a una pequeña operación familiar que ha dejado a la cuidadora principal de mi hijo, es decir mi madre, un poquito impedida de momento, pues eso que una vez más es mi ratito del tren lo que me permite escribirla.

Estas han sido vacaciones con padres, o mejor dicho abuelos, ellos también tienen derecho a irse de vacaciones y querían disfrutarlas con el más peque de la familia, y yo que no puedo estar sin el, pues me fui con ellos. No sé si decir a descansar, porque bueno con un niño pequeño ya se sabe, pero si desde luego a disfrutar, sobretodo de mi chiquitin, pero también de la playa, de los paseos por la tarde y de mis padres, por que hacía muchos años que no nos íbamos de vacaciones juntos.

Y han resultado fantásticas, a pesar que aún el sol no quería calentar como otros años, y algunos días amanecía nublado. 

Ha sido el primer encuentro del peque con el mar, y la verdad que ha resultado muy satisfactorio, vamos que no le tiene miedo, es más ¡le encanta!, ha disfrutado como un loco. Nada más aterrizar todas las mañanas en la playa, iba gateando como si le fuera la vida en ello, hacía la orilla, se sentaba y le llegaban las olas levemente, y gritaba y movía la piernas de lo contento que estaba, la mayoría de las personas que paseaban por allí se paraban a mirarle por que llamaba mucho la atención verle ir hacía el agua de esa manera, ha sido genial poder disfrutar durante casi 15 días de la locura de mi hijo por la orilla del mar. 

Al ser un niño muy movido, no había manera de parar ni debajo de la sombrilla, ni al sol, por lo tanto con dos horas de playa teníamos más que suficiente para terminar agotados, pero lo positivo, es que a el también le agotaba, y ay, bendita siestita de media horita que se echaba todos los días debajo de la sombrilla. Y benditas también las 2 horas de siesta que nos echábamos los dos casi todos los días. Puf!!!!eso es descansar.

Conclusión que nos ha encantado la experiencia con el peque en la playa, y para las que nos quedan en agosto, repetimos, en otra playa distinta, mucho menos masificada (eso espero), ya los tres sólos, bueno con alguna visita de amigos que siempre amenizan mucho más las vacaciones. Me muero de ganas de que lleguen y soy consciente que se van a pasar volando, porque cuando una disfruta de cada minuto del día, el tiempo pasa muy deprisa, sin embargo en la oficina, parecen eternas las horas (que injusta es la vida,¡¡oye!!).

Ahora entiendo a mis abuelos paternos, que les encantaba pasar las vacaciones con sus tres nietos, y nos pasábamos 2 meses con ellos, con mis padres y mis tíos. Las vacaciones siempre me traen viejos recuerdos felices con ellos, y me agrada mucho recordarlos así, por que quiere decir que ellos también disfrutaron con nosotros cada minuto de esos 2 meses de vacaciones...

Ahora son otros abuelos, otros padres y también otros tíos, pero no perdemos la costumbre, y espero no perderla nunca.