miércoles, 29 de mayo de 2013

A.

A. es mi compañero en esta vida estresada que llevo. Vamos mi pareja, marido o como lo queráis llamar, ahora mismo con quien comparto todos mis mejores momentos y como no a mi pequeñin.
La nuestra no es una historia de esas de novela o algo parecido, de echo esta historia empezó tan sólo hace 6 años, por lo tanto no somos novios de toda la vida ni nada parecido, simplemente empezamos algo que no sabíamos donde iba a llegar, y después de 6 años creo que a ser lo más felices que podemos.
A. es campo, es botas viejas llenas de barro y un puñado de setas para comer. Es sencillez, vaqueros viejos y camisetas con agujeros.
A. también es barbacoa y trapo colgado en la cintura, orujo de hierbas o pacharan depende de lo que haya en ese momento. Es de buen comer y le encanta cocinar, y ahora que le dejo porque yo no puedo tanto creo que se esta empezando a cansar de tanta cocina.
A. es sencillez, tanta tanta que a veces es complicado. Cabezota y suele no creerme nunca cuando tratamos algún tema económico-financiero, no se fía siempre necesita la opinión del experto.
A. es trabajar mucho, duro, hasta tarde y pasar noches fuera que aunque no lo diga se que le duele porque no puede achuchar a su pequeñin. Es constante y a mi parecer muy bueno en su trabajo, por lo que he visto yo en la vida, de los mejores.
A. pondría la radio a todas horas si pudiera, lo que pasa que a mi no me gusta nada, y el pobre se aguanta y se la pone en los momentos que puede, aunque creo que tengo radios en casi todos los rincones de mi casa.
A. es rubio, alto y para mi superfuerte, cuando me quedo sola cierro todas las puertas con llave y echo las persianas, y cuando esta el ni siquiera me preocupo, me da seguridad que este. Por lo menos es el que echa la llave y el que cierra las persianas cuando está.
A.es un gran amigo de sus amigos, conserva a todos, los de la facultad, los de su pueblo, a pesar de lo dejado que es para llamar, se preocupa por verlos todo lo que puede, siempre que habla de ellos hace que tu los aprecies también, por que siempre tiene buenas palabras para ellos. Además de miles de anécdotas con cada uno de ellos.
A. es todo esto y mucho más, aunque a veces me desespere y consiga sacarme de quicio, tengo que reconocer que es una gran persona y sobre todo gran compañero en mi vida, aunque a veces se le olvide contarme las cosas, o tenga que sacárselas yo con paciencia.
Hoy por hoy es por quien me sigo manteniendo cuerda, por el que he conseguido tener una familia estupenda, una casa adorable y un hijo precioso.
No se si me llegaras a leer, pero gracias por esto y todo lo que queda.
A. ha cumplido 40 años hace unos días, y este era uno de los regalos que yo tenia pensado. El gritar a los 4 vientos (aunque sea por internet) lo mucho que le quiero y le necesito.
FELICIDADES VIEJUNO!!!!!!



lunes, 20 de mayo de 2013

Las siestas

Debido a llevo unas semanas con mucho lío en el trabajo, no me da tiempo de nada, y no he podido escribir mucho por aquí. De echo esto lo estoy escribiendo mientras espero el tren desde el móvil. 
Y lo que me gustaría hablar es de las siestas de mi peque. Cuando era muy chiquitín parecía q no le iban a gustar, dormía más bien poco, y las siestas parecía imposible q durmiera, pero buscamos la manera. Y esta es durmiendo con el. Y tengo q decir que quizás a quien más le gusta es más a mi q a el. Me encanta dormir la siesta con el, desgraciadamente no puede ser todos los días, porque no todos los días tengo reducción de jornada, y hay días que cuando llego ya ha dormido suficiente. Pero si no, nos acurrucamos los dos en el sofá y hay días que hasta dos horas duerme el ceporrin. Y yo lo que puedo claro. Lo bien que sientan.

Además de la portada del blog, aquí os dejo otra foto de muestra.
En el próximo prometo hablar de algo más interesante.

lunes, 13 de mayo de 2013

De bodorrio....

Este fin de semana hemos estado de boda, como ésta era fuera de Madrid, nos tocaba dejar al pequeñajo con sus abuelos, me he pasado meses pensando en este momento, de como lo iba a llevar, sufriendo un poco porque iba a estar una noche sin dormirle, sin abrazarle...pero bueno era una experiencia más que tenia que pasar.
Y tengo que decir que ha sido mejor de lo que esperaba, bueno la boda fue espectacular, los novios geniales, y la gente estupenda. Nos lo pasamos muy bien, ya que era en un pueblo muy bonito y pudimos hacer turismo antes del acontecimiento. Nos sirvió para estar más juntos mi marido y yo, un poco solos, que también nos hacía falta, porque estos meses reconozco que yo he sido toda enterita para mi hijo, y eso aunque lo llevemos bien, a la pareja un poco si que perjudica, así que este fin de semana hemos estado el uno para el otro, y ha estado fenomenal.
He echado de menos a mi hijo, muchísimo, sobre todo cuando veía a otros niños o bebes que había en la boda, que por cierto me daba una penita que estaban muertos de sueño y los padres ahí aguantándoles...pero eso lo guardo para otro post. Pues si le echado de menos, pero no de una manera obsesiva, porque sabía que estaba fenomenal con sus abuelos, y cuando llegamos el domingo pues me lo comí a besos, y me eche una pequeña siesta con el pegaditos, algo que para mi es un momentazo, aunque los dos sudemos a chorros jejejeje.
Luego la noche no ha sido tan buena, últimamente esta un poco protestón por la noche y no sabría decir muy bien que le puede pasar. Así que aún no me he recuperado del fiestón. Pero da igual ya lo haré, porque hoy por hoy estoy encantada de haber pasado un fin de semana genial, sin obsesiones de madre.
¿¿¿La próxima????....no se si tendré alguna boda el año que viene jejejejejeje.




martes, 7 de mayo de 2013

De viaje

Bueno de este acontecimiento ha pasado ya un mes, pero me apetecía contarlo porque para mi sinceramente fue una experiencia.... podríamos decir que inesperada.
Nuestro primer viaje con el enano iba a ser Londres, nada de a la playa primero, o a un pueblecito cerca, nada mas y nada menos que Londres. Tenemos unos grandes amigos allí, que también se acaban de iniciar en esto de la maternidad/paternidad y nos apetecía mucho verlos y pasar unos días con ellos.
Mis dos semanas anteriores al viaje no hacía más que preocuparme por todo lo que englobaba el viaje, ¿y como vamos a pasar la comida al avión?¿cómo voy a conseguir que el peke se pase más de 2 horas en el mismo sitio sin protestar? como éstas un montón de preguntas más que me agobiaban un poco la verdad (que bonita es la ignorancia). Y luego también me planteaba temas más caseros como el tema de cómo dormirá allí, en una cuna estraña, en un sitio que no es su casa, con lo que nos cuesta a este terremoto dormirle en casa, bueno escalofríos me daban de pensar que nos íbamos a pasar 3 noches casi en vela, y los días los íbamos a pasar supercansados.
Bueno pues todas estas preocupaciones son con las que me iba yo de viaje, pero este enano a mi no deja de sorprenderme cada día.
Bueno el pasar los alimentos en la aduana en España fue bien, tantos miedos y luego ni lo miraron, el despegue se cumplieron todos los pronósticos  el enano no quería estar atado y quieto y monto un pollo que para que, pero bueno después se quedó dormidito, y la verdad que no nos enteramos del viaje. Después de tener aquí también bastantes miedos de que pasará con sus oídos, la presión....bueno pues no pareció que le afectara mucho.
Los días allí fueron fenomenales, aguantó el carrito como un campeón, se relacionó con nuestros amigos fenomenal, bueno esto es fácil porque tengo un hijo que de momento es bastante simpático con todo el mundo. y ¿el dormir? pues esto fue con lo que flipé, en una cuna de viaje desconocida (en la que tiene mi madre en casa no se duerme más de 10 minutos), habitación desconocida, pues el angelito se dormía fenomenal, quitando algún que otro despertar corto, casi casi del tirón, lo que nos hizo inmensamente felices, porque nosotros pudimos disfrutar de nuestras cenitas con nuestros amigos, e incluso alguna copita después de cenar., y largas charlas. Miraba la camarita que le ponemos para controlarle cuando duerme, y no salía de mi asombro.
La vuelta en el avión hasta se durmió en el avión, con lo que aluciné claro.
Así que me pasé dos semanas de los nervios por el viaje y mi hijo me volvió a dar una lección, de que se adaptan más de lo que creemos.
Nuestra experiencia con la convivencia de otro bebe, fue genial también, no se relacionaban mucho, pero nosotros volvimos encantados con la peke de nuestros amigos. Y con la pena de no poder compartir con ellos esos momentos más a menudo.....